
¿Sabías que algunos géneros de suculentas entran en modo hibernación o letargo en los periodos invernales?
Con la llegada de las primeras aguas y la bajada de temperaturas, algunos géneros de suculentas, adoptan un estado de letargo y paran su actividad de desarrollo y crecimiento.
Se trata de un estado de reposo o letargo en el que permanecen algunas suculentas en los periodos de otoño/invierno.
No todas las suculentas realizan este proceso en las mismas épocas del año, existen otros géneros que lo realizan justo al contrario, en verano.
Entre algunos de los géneros más comunes se encuentran los siguientes: Mammillaria, Echinopsis, Opuntia, Lobivia, Rebutia, Tephrocactus, Echeveria, Crassula, Euphorbia, Graptoveria, Graptopetalum, Pachyveria y Sempervivum, entre otros.
Este proceso es sumamente importante para ellas, ya que les permite recuperarse de toda la actividad que han tenido desde principios de primavera.
Una vez que llega la estación primaveral, las plantas ya están listas para un nuevo desarrollo y florecer.
Por el contrario, otras se activan cuando comienza el invierno, es el caso de: Aloe, Aeonium, algunas Euphorbias, Haworthia y Kalanchoe entre otras.
¿Qué necesitan nuestras suculentas para realizar la hibernación?
1.- Sitios donde no sufran temperaturas por debajo de los 15-10ºC., además de lluvias y heladas.
2.- No debemos abonar en este periodo de tiempo.
3.- Anular casi por completo los riegos.
4.- Con los cactus en interior, debemos evitar colocarlos cercanos a fuentes de calor como pueden ser los radiadores o calefactores.
5.- Las necesidades de luz son algo menores, dependiendo del tipo de suculenta, ya que algunas requieren algo más de luz como son las de floración temprana.
Final de la hibernación
Primeros de marzo, está apunto de entrar la primavera y nuestras suculentas se preparan para restablecer su actividad.
Una vez llegado el mes de marzo y empiecen a subir las temperaturas, será el momento en el que empecemos a buscar la nueva ubicación de nuestras plantas.
Es importante aclimatarlas a las nuevas condiciones después del periodo invernal, tanto en luz solar como en riegos, y lo hacemos progresivamente.
Es conveniente colocarlas en lugares donde puedan recibir luz solar del amanecer o atardecer y el resto del día resguardadas bajo sombra.
Observaremos que algunas de las plantas están con un aspecto débil, debido al periodo que han pasado, ya que se han estado abasteciendo de las reservas que la propia planta almacena.
1.- Lo primero que debemos hacer es empezar a hidratar las plantas con riegos moderados, ya que sus reservas de agua pueden estar agotadas.
2.- A principios de primavera aplicamos los primeros abonos para que comiencen su periodo de crecimiento y desarrollo con buena salud. Aplicaremos entre dos y tres abonos anuales, dependiendo del tipo de planta y en el estado en que se encuentre.
3.- Al mes y medio de aplicar el primer abono, observaremos como se han ido desarrollando nuestras plantas y en caso de necesitarlo, aplicaremos un segundo abono.
4.- El abono definitivo se lo aplicaremos a mediados o finales de junio, tres meses después de aplicar el primer abono.
5.- Para que nuestras plantas lleguen sanas y cargadas de reservas en invierno, será fundamental para ellas proporcionarles un buen abono durante los meses de primavera y verano, así como mantenerlas bien hidratadas y con la luz correspondiente durante todo su periodo de actividad.
6.- Y por último, seguir disfrutando de ellas viéndolas crecer y florecer.

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